En la Roma de los años 60, el crimen organizado florecía. Los malvivientes usaban autos veloces y los vehículos de la fuerza policial no podían con ellos. Un respetado agente, Armando Spatafora, sugirió al jefe de policía conseguir un Ferrari. Enzo les entregó dos hermosos 250 GTE y con Armando al volante de uno de ellos el dúo se volvió una verdadera leyenda en la capital italiana, con persecuciones de película incluidas. Recomendado...
sábado, 25 de noviembre de 2023
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