Durante el conflicto de los Balcanes a comienzos de los años 90 los fragmentos de la ex Yugoslavia estaban inmersos en total caos con cada parte enfrentándose una contra la otra de forma brutal, incluso incurriendo en actos de genocidio como no se veían en Europa desde la II Guerra Mundial. Allí aparece Helge Meyer, un danés cristiano apodado “El Rambo de Dios” que viajó con un Camaro modificado por medio del territorio bosnio para llevar ayuda humanitaria. Esta es su historia…
Helge Meyer es un danés, un veterano de la guerra del Desierto que había servido en los Jægerkorpset, las Fuerzas Especiales danesas. Ferviente cristiano y sintiendo que era una llamada de Dios mismo se movilizó para mejorar las condiciones de los afectados en la guerra de los Balcanes.
Meyer habló entonces con un comandante del ejército de EE.UU. en una Base Aérea de la zona del Rin en Alemania y convenció a los norteamericanos de que lo ayudaran en su cruzada: los lentos y pesados camiones de ayuda humanitaria eran un blanco fácil y no llegaban a destino, siendo antes volados por los aires o saqueados, pero si podría lograrlo algo más rápido. Con ayuda de mecánicos de la fuerza aérea tomaron un Chevrolet Camaro de 1979 y lo modificaron totalmente para poder llevarlo a la zona de guerra:
* Se aplicó blindaje al exterior y a la parte inferior del auto.
* La ventanilla trasera se quitó y se reemplazó por una placa de acero, además de montar paneles de Kevlar
* Llevaba una especie de “pala” en la parte delantera para quitar minas antipersonales
* Tenía una pintura especial mate y anti reflectante, que absorbía la luz infrarroja y era indetectable por radar
* La potencia del motor pasó de 185 a 220 caballos. Además tenía un tanque de nitro con lo que podía aumentar brevemente la potencia a 440 caballos para poder escapar de algún aprieto
* Se le colocaron neumáticos “runflat” para poder seguir andando aun en caso de pinchadura
* Tenía una radio tierra-aire para mantenerlo en contacto con apoyo aéreo
* Se agregaron elementos para detectar señales térmicas y cámaras de visión nocturna.
A lo que resultó de estas modificaciones se lo llamó el “Camaro Fantasma”, que cumplió misiones humanitarias durante el día y la noche en esa zona tan afectada. Como en la mayoría de las guerras civiles, el mayor damnificado fue la población civil, no solo sujeto de violencia sino también de complicaciones como falta de medicina y otros elementos.
El “Camaro Fantasma” podía llevar hasta 400 kg de insumos en sus misiones. Cabe destacar que ni Meyer ni el vehículo portaron armas durante sus incursiones en la zona de guerra.
Meyer estuvo involucrado en numerosas persecuciones y hasta recibió una bala en la cabeza, de la que resultó indemne por llevar casco protector. Del resto de las situaciones de peligro lo salvaron el V8 del Camaro, su habilidad para ser “invisible” a los radares y su conocimiento de los caminos secundarios bosnios para escapar
Tiempo después, durante una ponencia en la base aérea del Rin Meyer habló de sus experiencias y terminó diciendo “Si Dios tuviera un Rambo en la Tierra, ese podría ser yo”. De allí le quedó el apodo “Gottes Rambo”: el “Rambo de Dios” en alemán.
Después de la guerra Meyer se llevó su Camaro a Dinamarca, donde lo pintó de naranja y hasta donde se sabe aún lo conservaba
Fuentes
En breve más novedades, ¡saludos!
2 comentarios:
Interesante, muchas gracias...:)
¡Menuda historia! Estos sí que son dos auténticos héroes de guerra, tanto Meyer como el Camaro. Muchas gracias por difundirla.
Saludos ;)
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