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viernes, 27 de agosto de 2021

Bill Thomas’s Cheetah, el “anti Cobra” que no pudo ser

Corrían los años 60 en EE.UU., cuya industria automovilística veía el nacimiento de los “muscle cars” y la consolidación de la colaboración entre Ford y Carrol Shelby que creó verdaderas leyendas automotrices, como el Cobra. De parte de la competencia local hubo también una idea similar, aunque lejos de los éxitos de la dupla Ford/Shelby: la asociación entre Bill Thomas y Chevrolet para crear al Cheetah, pensado para ser un “anti Cobra”. Conozcan su historia…

Bill Thomas se dedicó a preparar Corvettes para competición desde 1956, tanto que llegó a tener el apodo de “Mr. Corvette” por una racha de casi 100 victorias de sus creaciones. Con este éxito crea su propia compañía: Bill Thomas Race Cars, en 1960 y poco después lo contacta General Motors para convertirlo en una especie de “gurú del rendimiento” y para que preparase entre otros los Chevrolet Corvair, los Bel Air y Biscayne para cuarto de milla o el Chevy que ganó la subida de Pikes Peak International, con uno de los legendarios Unser al volante.

A comienzo de los años 60 Bill convence a Vince Piggins de GM Performance para apoyarlo en un proyecto que sería el del Cheetah, que comenzó en 1963. El apoyo de GM, sin embargo, era parcial y solo para hacer un concept car, por lo que para armarlo debieron recurrir a financiación privada. GM solo les envió un motor 327 de Corvette, una transmisión Muncie y piezas para la suspensión trasera independiente. El resto se debió sacar de sus contactos en las carreras. Los frenos, por ejemplo, eran de un Chevy de NASCAR.

Habiendo recibido las piezas del conjunto motor fue Don Edmunds, su mano derecha en el taller, quien ideó el chasis tras tomar medidas marcándolas con tiza sobre el suelo del taller, todo de forma artesanal. No había planos, apenas algunos bocetos. Además, como el Cheetah era originalmente solo un ejercicio de diseño pero luego Thomas decidió que se usaría para competición, hubo que reformular el chasis ya que no contaba con la rigidez estructural suficiente, cosa que notaron recién tras las primeras pruebas a fondo.

Los primeros prototipos con la rigidez incrementada eran de aluminio. Uno fue enviado a Detroit para una inspección secreta y tras esto (y un accidente sufrido por el piloto Don Hovarth) se determinó que no era lo suficientemente resistente aun por lo que el equipo de fabricación cambió el diseño a carrocería de fibra de vidrio (de formas similares a las del Shelby Daytona Cobra Coupé de 1964) con un chasis multitubular de cromo-molibdeno y comenzó una producción limitada.

Con un V8 llevado hasta las 377 pulgadas cúbicas (6.177 cc) y un peso de menos de 700 kg el Cheetah lograba grandes cifras en cuanto a rendimiento. En un cuarto de milla en Elkhart Lake logró dos veces a lo largo de 1964 una máxima de 297 km/h y una unidad llevada a Daytona se reporta marcó una máxima de 346 km/h.

En competición la tuvo complicada. Debido a su bajo número de unidades producidas la SCCA lo puso en la categoría C-Sport/Modificados de mayor cilindrada (virtualmente sin restricciones) donde competía contra más potentes Chaparral, Lola o McLaren y en 1964 la FIA incrementó los requerimientos de homologación para los eventos más importantes a nivel nacional de 100 unidades a 1000, número imposible de lograr sin el apoyo oficial que el Cheetah nunca tuvo. Aun así tuvo alguna victoria importante en 1964 y varios éxitos en competiciones locales durante esa década, pese a una escasa fiabilidad mecánica al comienzo y una predisposición al sobrecalentamiento, que solucionaron (o al menos lo aminoraron) con multitud de aberturas en la carrocería y al uso de enormes radiadores de Pontiac de NASCAR.


Fue precisamente el calor y el fuego lo que llevó a los Cheetah a su fin, debido a que la fábrica de Bill Thomas en Anaheim (Los Angeles) se quemó en un feroz incendio en 1965. Los autos que estaban aun en proceso y todo el material para hacerlos se perdió para siempre, acabando con el sueño del “anti Cobra”. No se sabe la cantidad exacta de unidades fabricadas, solo que se hicieron 19 chasis, 33 carrocerías y se ensamblaron unos 11 vehículos completos en total, dos con carrocería en aluminio y el resto en fibra de vidrio.  Una de estas unidades únicas, la de la prueba de velocidad en Daytona (la coupé roja #64 de las imágenes de arriba) se subastó en 2018 por la cifra récord para estos modelos de USD 718.750 en Guernsey (New York)

 El Cheetah de la subasta, en funcionamiento

Fuentes

Silodrome.com/bill-thomas-cheetah/

Caranddriver.com

noticias.coches.com/noticias-motor/bill-thomas-cheetah/428002

Escuderia.com/cheetah-bill-thomas-infernal/

Motorpasion.com

Chevyhardcore.com

Foxnews.com/auto/rare-cheetah-sports-car-sold-for-record-price

 

En breve más novedades, ¡saludos!

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