Corrían los años 60 en EE.UU., cuya industria automovilística veía el nacimiento de los “muscle cars” y la consolidación de la colaboración entre Ford y Carrol Shelby que creó verdaderas leyendas automotrices, como el Cobra. De parte de la competencia local hubo también una idea similar, aunque lejos de los éxitos de la dupla Ford/Shelby: la asociación entre Bill Thomas y Chevrolet para crear al Cheetah, pensado para ser un “anti Cobra”. Conozcan su historia…
Bill Thomas se dedicó a preparar Corvettes para competición desde
1956, tanto que llegó a tener el apodo de “Mr. Corvette” por una racha de casi
100 victorias de sus creaciones. Con este éxito crea su propia compañía: Bill
Thomas Race Cars, en 1960 y poco después lo contacta General Motors para convertirlo
en una especie de “gurú del rendimiento” y para que preparase entre otros los Chevrolet
Corvair, los Bel Air y Biscayne para cuarto de milla o el Chevy que ganó la
subida de Pikes Peak International, con uno de los legendarios Unser al
volante.
A comienzo de los años 60 Bill convence a Vince Piggins de GM Performance para apoyarlo
en un proyecto que sería el del Cheetah, que comenzó en 1963. El apoyo de GM,
sin embargo, era parcial y solo para hacer un concept car, por lo que para armarlo
debieron recurrir a financiación privada. GM solo les envió un motor 327 de
Corvette, una transmisión Muncie y piezas para la suspensión trasera
independiente. El resto se debió sacar de sus contactos en las carreras. Los
frenos, por ejemplo, eran de un Chevy de NASCAR.
Habiendo recibido las piezas del conjunto motor fue Don Edmunds, su mano derecha en el taller, quien ideó el chasis tras tomar medidas marcándolas con tiza sobre el suelo del taller, todo de forma artesanal. No había planos, apenas algunos bocetos. Además, como el Cheetah era originalmente solo un ejercicio de diseño pero luego Thomas decidió que se usaría para competición, hubo que reformular el chasis ya que no contaba con la rigidez estructural suficiente, cosa que notaron recién tras las primeras pruebas a fondo.
Los primeros prototipos con la rigidez incrementada eran de aluminio. Uno fue enviado a Detroit para una inspección secreta y tras esto (y un accidente sufrido por el piloto Don Hovarth) se determinó que no era lo suficientemente resistente aun por lo que el equipo de fabricación cambió el diseño a carrocería de fibra de vidrio (de formas similares a las del Shelby Daytona Cobra Coupé de 1964) con un chasis multitubular de cromo-molibdeno y comenzó una producción limitada.
Con un V8 llevado hasta las 377 pulgadas cúbicas (6.177 cc)
y un peso de menos de 700 kg el Cheetah lograba grandes cifras en cuanto a
rendimiento. En un cuarto de milla en Elkhart Lake logró dos veces a lo largo
de 1964 una máxima de 297 km/h y una unidad llevada a Daytona se reporta marcó
una máxima de 346 km/h.
En competición la tuvo complicada. Debido a su bajo número
de unidades producidas la SCCA lo puso en la categoría C-Sport/Modificados de
mayor cilindrada (virtualmente sin restricciones) donde competía contra más
potentes Chaparral, Lola o McLaren y en 1964 la FIA incrementó los
requerimientos de homologación para los eventos más importantes a nivel
nacional de 100 unidades a 1000, número imposible de lograr sin el apoyo
oficial que el Cheetah nunca tuvo. Aun así tuvo alguna victoria importante en
1964 y varios éxitos en competiciones locales durante esa década, pese a una
escasa fiabilidad mecánica al comienzo y una predisposición al
sobrecalentamiento, que solucionaron (o al menos lo aminoraron) con multitud de
aberturas en la carrocería y al uso de enormes radiadores de Pontiac de NASCAR.
Fuentes
Silodrome.com/bill-thomas-cheetah/
noticias.coches.com/noticias-motor/bill-thomas-cheetah/428002
Escuderia.com/cheetah-bill-thomas-infernal/
Foxnews.com/auto/rare-cheetah-sports-car-sold-for-record-price
En breve más novedades, ¡saludos!
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